En el tecnificado mundo de los casinos del siglo XXI, las tarjetas electrónicas se han convertido en la forma estándar para dar seguimiento a los clientes y recompensarlos por su lealtad al permitirles jugadas gratis en las máquinas tragaperras.
Casi todos los casinos actualmente recompensan a sus jugadores con tiradas gratis y esto se ha vuelto tan popular que incluso los casinos en línea han comenzado a ofrecerlas en lugar de bonos en efectivo. Pero ¿por qué las tiradas gratis se han convertido en la norma del juego gratis? y ¿qué sucedió con el efectivo que los casinos solían dar? La respuesta radica en la historia del juego gratis en las apuestas.
Hasta los años 70 las máquinas tragamonedas eran un misterio para los casinos. Hacían mucho dinero con ellas pero era imposible conocer los datos en tiempo real sobre cuanto producían las máquinas. Después de todo los casinos tenían que abrir cada máquina y contar físicamente cada moneda antes de tener una idea de que tanto éxito tenían.Y mientras que los jugadores y sus apuestas en las mesas eran fáciles de seguir, era mucho más difícil ver que sucedía con las tragamonedas.
Sin embargo, todo esto cambió con la explosión en popularidad de las tragaperras a raíz de la legalización del juego en Atlantic City. De repente los casinos tenían sus salas de juegos llenas con centenares de tragamonedas y monitorear todas estas máquinas se volvió insostenible.
Esto llevó al desarrollo de sistemas de monitorización electrónica en los 80s y 90s, lo que por fin permitió a los casinos saber de un vistazo cuantas monedas entraban en cada máquina, cuantas salían e incluso registrar los grandes acontecimientos como los premios gordos. Con la posibilidad de evaluar electrónicamente a las máquinas, el próximo paso lógico era un sistema donde los jugadores pudieran ser monitoreados y evaluados. Así nació la tarjeta electrónica del jugador.
Inicialmente los casinos lanzaron un sistema de lealtad, en el que los jugadores ganaban puntos a través del juego y los podían cambiar por premios como televisores y tostadores. Pero este sistema no duró mucho al darse cuenta los casinos de que el sistema de juego libre en los casinos, les costaba dinero y además no permitía al jugador apostar lo que había ganado. Como dijo un famoso ejecutivo de un casino: “No puedes meter una tostadora en una máquina tragaperras.”
Lo siguiente que ofrecieron los casino fue el cambio de puntos por efectivo, esperando que los jugadores volvieran a apostarlo en las máquinas. Pero incluso esto fue un problema, ya que los casinos se dieron cuenta que demasiados jugadores tomaban el dinero y salían del casino por la puerta principal con él. Los casinos necesitaban una mejor manera para hacer que los jugadores dejaran los bonos en el casino y el juego libre fue la respuesta. Y aunque los jugadores podían ganar gracias al juego libre en los casinos, estos se quedaban con una mayor parte de las recompensas que antes.
El juego gratis y las tiradas gratis se han convertido en algo tan popular, que también han invadido el juego digital en línea. En vez de ofrecer bonos en efectivo a los nuevos jugadores como es lo normal actualmente, el juego libre en los casinos otorga a los nuevos clientes que se dan de alta, bonos con tiradas gratis. Con estos bonos los jugadores reciben una cierta cantidad de dinero, como $ 1,000 dólares y tienen un determinado periodo de tiempo, usualmente 60 minutos, para jugar tanto como quieran. Si acaban con más de lo que empezaron, pueden quedarse con la diferencia con ciertas condiciones, por supuesto.
De la misma manera, los casinos en línea han decidido ofrecer juego gratis y tiradas para recompensar a sus clientes leales en vez de con dinero u otros premios. Lo hacen por la misma razón que sus primos los casinos físicos, con las tiradas gratis la oportunidad de que el jugador gane es bastante baja mientras que la oportunidad que tiene el casino de recuperar su dinero es bastante más alta.