Algo muy importante en un juego es la estrategia. Baccarat presenta características que debes conocer y en esta página aprenderás las más importantes. La estrategia en baccarat, a diferencia del Blackjack, es un juego en el que los jugadores no pueden hacer casi nada para mejorar sus resultados, a priori. Precisamente se trata de un juego para jugar aquellos días que uno se siente con suerte. Sin embargo hay unas pocas estrategias en baccarat que pueden orientar la suerte de un jugador. Por una parte se puede incrementar o reducir las apuestas y decidir de qué forma conviene distribuir el dinero apostado para lograr determinados beneficios.
En relación a la distribución de las apuestas, los jugadores con más experiencia no suelen apostar al empate ya que la ganancia potencial, 8:1, es inferior a la probabilidad de ganar 14:1. Y entonces... ¿son las apuestas una forma de estrategia en baccarat?
No se trata de una ciencia exacta pero hay algunas pautas lógicas de juego que se pueden implementar.
Baccarat, estrategia de Martingala
Se trata de una lógica de juego y de apuestas similar a las que se usan en la ruleta. Jugaremos por el valor de la apuesta mínima y ganaremos poco a poco. En caso de perder una mano doblaremos la apuesta (reiteradamente) para que cuando ganemos la mano recuperemos todas nuestras ganancias anteriores. ¡Atentos! En este sentido, igual que en la ruleta, debéis conocer la apuesta máxima de la mesa en la que jugáis y vuestro presupuesto ya que son los límites para vuestro juego.
1, 3, 2, 6
Otra estrategia de baccarat es jugar con una apuesta reducida y tratar de lograr beneficios importantes. Apostaremos una ficha de modo que si ganamos recibiremos otra más.
En la segunda apuesta añadiremos a esas dos un tercera ficha.
Si ganamos la segunda apuesta obtendremos 6 fichas de las cuales guardaremos 4. De este modo apostaremos las otras dos con la posibilidad de recibir 4.
Si ganas, añades a esas 4 dos más y en caso de ganar esta última apuesta recibirás 12, 10 más en la apuesta original.