Calzada de Calatrava es un pequeño pueblo de la provincia de Ciudad Real que cuenta con un poco más de 4.000 habitantes. En un día común y corriente, Calzada de Calatrava es un lugar tranquilo con una rica tradición católica reflejada en su impresionante arquitectura que data de los siglos XVII y XVIII.
Sin embargo, llegada la conmemoración del Viernes Santo, el pequeño pueblo cambia su cara debido a la gran afluencia de visitantes. Más de 20.000 personas llegan de distintas partes de España para tener la oportunidad de participar en una de las tradiciones más antiguas del lugar: el Juego de las Caras.
Un juego de azar con historia milenaria
Según la leyenda, el Juego de las Caras tuvo su origen hace más de 2.000 años, cuando los soldados romanos despojaron a Jesucristo de sus ropas y las apostaron jugando a los dados. También existe otra versión de la historia que dice que el juego nació cuando Judas decidió apostar las 30 monedas que recibió como pago por traicionar a Cristo.
Es por tal motivo que el Juego de las Caras se celebra el Viernes Santo, para conmemorar uno de los episodios más oscuros de la vida y resurrección de Jesucristo.
Esta celebración goza de tal importancia que en 1.993 recibió la denominación honorífica de Fiesta de Interés Turístico Regional, lo que quiere decir que es un suceso de especial importancia dentro de la cultura española.
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Un juego sencillo, pero muy divertido
Las reglas del juego son relativamente simples, pero no es de negar su gran capacidad de entretener. Para preparar una ronda de juego, se deben seguir estos pasos:
Reunir la banca
La banca es un grupo de dos o más personas que se reúnen con el objetivo de reunir dinero para igualar y pagar las apuestas de los participantes del juego. Dentro de la banca se elige al “baratero”, quien se encarga de llevar a cabo el juego y encargarse de que todo se desarrolle sin problemas.
Las fichas para el Juego de las Caras son dos monedas de la época del rey Alfonso XII de España. Es común que uno de los participantes del juego inspeccione las monedas para cerciorarse de que no tengan anomalías ni irregularidades.
Formación del círculo de juego
El juego se lleva a cabo en un círculo dibujado en el suelo. Afuera de él se ubican los participantes, mientras que adentro se encuentra el baratero, quien llevará a cabo el juego.
Cabe mencionar que durante la celebración del Viernes Santo en Calzada de Calatrava, la alcaldía municipal dibuja círculos a lo largo de la plaza principal para acomodar a los jugadores.
Inician las apuestas
Los participantes se ubican al borde del círculo y ponen a sus pies la cantidad que desean apostar en la ronda. Posteriormente, el baratero pasa por el círculo e iguala las cantidades depositadas por los jugadores con el dinero de la banca.
En ocasiones, uno que otro jugador empedernido decide apostar una suma fuerte de dinero que la banca no puede igualar. En estas situaciones, simplemente se habla con el participante hasta llegar a un acuerdo. Sin embargo, lo más usual es que antes de la ronda de juego se especifiquen límites mínimos y máximos de apuestas.
¡Se lanzan las monedas!
Una vez todo está listo, el baratero lanza las dos monedas alfonsinas al cielo, mientras el público eleva su mirada expectante y grita: "¡Cara! ¡Cara!"
Una vez las monedas caen al suelo, el baratero canta el resultado: si ambas monedas caen en cruz, es una victoria para la banca, quien se lleva todo el dinero que se encuentra a los pies de los jugadores.
Por otro lado, si ambas monedas caen cara, los jugadores ganarán la apuesta y se llevarán todo el dinero que se encuentra a sus pies. Es decir, duplicarán el valor del dinero apostado.
Por último, si una de las monedas cae en cara y la otra en cruz, el resultado será un empate y se volverán a lanzar las monedas hasta que haya un ganador.
Un día como ningún otro en Calzada de Calatrava
Calzada de Calatrava se caracteriza por ser un pueblo tranquilo, pero solo en Viernes Santo se respira una atmósfera como ninguna otra. Es común ver los círculos del Juego de las Caras dibujados en calles, establecimientos comerciales e incluso casas desde las 10 de la mañana hasta las 5 de la tarde, donde se da término a la celebración con el ritual del Santo Entierro.
Son miles las personas que viajan desde distintas partes de España para jugar y es común que durante esta fecha, los cajeros automáticos queden desocupados varias veces a lo largo de la jornada. Don Valeriano Ciudad, presidente del Casino Círculo Agrícola, dice que en el Juego de las Caras son bienvenidas todas las personas, quienes pueden apostar desde 5 a 200 euros por cada tirada de monedas. De igual forma, menciona que es común que durante este día se muevan cientos de miles de euros.
La controversia
A pesar de que el Juego de las Caras es una celebración con un rico trasfondo cultural, existen personas que están en su contra aduciendo que se trata de un rito pagano que va en contra de los valores católicos y el respeto por Jesucristo.
Sin embargo, el Juego de las Caras solo es otra muestra del tabú al que se ven sometidos los juegos de azar. Existen muchos ejemplos, siendo uno de los más representativos los juegos de cartas. A pesar de que existen variaciones en las que no se realizan apuestas (como en el juego de cartas solitario), han existido episodios en la historia donde se han prohibido totalmente las cartas.
En el lado positivo, dichas prohibiciones nunca han surtido un efecto permanente, tanto así que en la actualidad es posible disfrutar de un buen juego de cartas gratis, con apuestas, en solitario o en compañía en cualquier momento o lugar. Esto da a pensar de que a pesar de la polémica, el Juego de las Caras seguirá practicándose en Calzada de Calatrava durante mucho tiempo más.